“Hay una cosa de la que nos tenemos que enamorar…
de las palabras. Porque quien ama las palabras ama la vida, ama el amor, ama lo que le rodea y todo en su entorno quiere ser atrapado por sus palabras. Ese sentimiento ha sido, durante siglos, reflejado de diferentes formas pero la principal de todas ellas: EN VERSO. Porque el verso es compañero de las desdichas y las alegrías, es cómplice y aliado, es refugio y cobijo para el que sufre de amor, es el medio más sensual para cantar a la vida, para “piar” que nadie puede arrebatarnos este tesoro: la poesía, nuestras palabras”. (ALL)

miércoles, 7 de agosto de 2013

VENECIA de Alexis Coald


Mirada atrapada,
en tus ojos de agua,
mientras una góndola solitaria,
busca enamorados fugitivos.

El sol se sienta en mesas rojas,
adornando panes con prochiutto,
y la tarde bebe capuchinos en honor al sol.

Encuentro de palomas en domos venecianos,
vitrinas mostrando joyas y máscaras en carnaval.

Gran canal navegando desde Santa Cecilia,
navegando lentamente hasta San Marcos.

Humedad pegando mohos milenarios,
casas viejas entre palacios venecianos,
barcos surcando puentes,
palomas volando al cielo.

Entre góndolas y mandolinas,
mi corazón canta,
te busca entre canales ya viejos.

Cantantes y jóvenes en máscaras,
te aguardan en cada esquina,
cae la tarde,
se viste Venecia de oro.

A lo lejos...
restaurantes con sabor a pizzas en queso Mozzarella.
Ciudad de faroles,
calles estrechas,
Venecia de agua,
góndolas esperando la noche.
Venecia alucina
en palabras de poeta.


Autor: Alexis Coald
Poeta chileno del siglo XXI, un nuevo poeta por conocer. Escribe una poesía fresca y joven, sobre diversos temas cercanos a sus vivencias y a su entorno.
Comentario:
Hace unos días regrese de esta hermosa ciudad, Venecia, con sus calles estrechas y sus cientos de canales que se me antojaban laberintos indescriptibles. Me encantó diambular en sus noches poco alumbradas, deleiterarme con el reflejo de sus palacios y casas viejas en el agua de sus canales, los atardeceres en barco entre Murano y el puerto veneciano, el sol cayendo se escondía en cuanto pisabas tierra, la ciudad flotante, enmohecida con el tiempo, atestada de turistas entre los que yo fui una más, viajando a través del tiempo y escondiéndome del sol para sobrevivir a esa masa...Yo, prefiero ser "viajera".
PD. Esperaba encontrar alguna aportación vuestra de este mes de julio. ¡Qué triste que hayamos perdido de vista hasta las palabras!