“Hay una cosa de la que nos tenemos que enamorar…
de las palabras. Porque quien ama las palabras ama la vida, ama el amor, ama lo que le rodea y todo en su entorno quiere ser atrapado por sus palabras. Ese sentimiento ha sido, durante siglos, reflejado de diferentes formas pero la principal de todas ellas: EN VERSO. Porque el verso es compañero de las desdichas y las alegrías, es cómplice y aliado, es refugio y cobijo para el que sufre de amor, es el medio más sensual para cantar a la vida, para “piar” que nadie puede arrebatarnos este tesoro: la poesía, nuestras palabras”. (ALL)

martes, 7 de mayo de 2013

EL DESAYUNO de Luis Alberto de Cuenca

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».


Autor: Luis Alberto de Cuenca es un poeta contemporáneo actual, miembro de la Real Academia de la Historia; en su obra convive lo trascendental y lo cotidiano. También ha escrito letras para canciones. Además de poeta es ensayista, traductor, filólogo e investigador.

Comentario: He escogido este otro poema porque me encanta, porque describe de una forma totalmente "cotidiana" todas esas cosas que le gustan de la otra persona, todos esos gestos "cotidianos" y esa vitalidad que derrocha al despertarse la persona amada hasta que enuncia la ingeniosa frase del desayuno. Me parece, sinceramente, encantador.

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