“Hay una cosa de la que nos tenemos que enamorar…
de las palabras. Porque quien ama las palabras ama la vida, ama el amor, ama lo que le rodea y todo en su entorno quiere ser atrapado por sus palabras. Ese sentimiento ha sido, durante siglos, reflejado de diferentes formas pero la principal de todas ellas: EN VERSO. Porque el verso es compañero de las desdichas y las alegrías, es cómplice y aliado, es refugio y cobijo para el que sufre de amor, es el medio más sensual para cantar a la vida, para “piar” que nadie puede arrebatarnos este tesoro: la poesía, nuestras palabras”. (ALL)

miércoles, 15 de mayo de 2013

EQUIPAJE - Dulce María Loynaz

Mantén, camino, tú, la esperanza.

Van cayendo los días
en las secas cunetas de mis años,
pasan las estaciones,
otros son los viajeros que hoy marchan a mi lado,
ha caído algún árbol que estuvo antes erguido
y las aves que perdieron el rumbo
vuelan ya de regreso.

Manténte tú, camino,
con cansancio y con sed, con hambre y con deseo,
y dame tus placeres,
tu empinada hermosura hacia el ocaso.

Autor:
María de las Mercedes Loynaz Muñoz (Dulce María Loynaz Muñoz) una de las principales figuras de la lírica cubana y universal. Mereció el premio Miguel de Cervantes en 1992. Sus primeras obras aparecieron en el periódico La Nación con apenas 17 años, Invierno de almas y Vesperal.

Comentario:
He escogido este poema de Dulce María porque me parece un poema muy bonito. Habla del paso del tiempo, de como pasan los días sin darnos cuenta. Que el tiempo no pierda sus placeres y su hermosura.

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