y, sin embargo, tenía
para evitar mi agonía
la piedad de una pistola.
"¿Por qué no morir? —pensé—.
¿Por qué no librarme desta
tortura? ¿Ya qué me resta
despúés que ella se me fue?"
Pero el resabio cristiano
me insinuó con voces graves:
"¡Pobre necio, tú que sabes!"
Y paralizó mi mano.
Tuve miedo..., es la verdad;
miedo, sí, de ya no verla,
miedo inmenso de perderla
por toda una eternidad.
Y preferí, no vivir,
que no es vida la presente,
sino acabar lentamente,
lentamente, de morir.
Autor: Amado Nervo es el seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, el propio escritor ha bromeado con que parte de su éxito puede deberse a la sonoridad de su nombre. Fue un poeta y prosista mexicano perteneciente al movimiento modernista. Sus poemas más destacados son: La Sombra del Ala, En paz, Orfertorio, Me besaba mucho, Una flor en el camino y Madrigal.
Comentario: Cuando perdemos a alguien a quien teníamos mucho aprecio una de las posibles soluciones es el suicidio para deshacerse del dolor y la angustia de la soledad. De este modo quieren solucionar sus miedos pero lo que no saben es que quitándose la vida perjudican la de otras personas.
Fuente: http://www.poesi.as/anai0406.htm
Cuando ya no estamos con esa persona que hemos querido tanto y sin darte cuenta le has dejado marchar, siempre acudimos a la salida mas fácil, llorar, tener ganas de morir.
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